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3x Ganache gingembre - La strebelle (ref. 37)
3x Caramel au beurre salé (ref. 49)
3x Caramel orange - G. Leclek (ref.70)
3x Ganache miel de châtaignier - R. Rhor (ref. 61)
3x Ganache Noisettes (ref. 58)
3x Ganache à la violette fondant (ref. 51)
3x Praliné croustillant (ref.45)
3x Ganache spéculoos (ref. 32)
3x Ganache au pin (ref. 22)
3x Praliné Grand Marnier Menthe (ref. 15)
3x Ganache au poivre (ref.46)
3x Ganache pineau des Charentes (ref. 9)
Contenido
El praliné está animado con movimientos castaños ondulados. El Pineau de Charentes le brinda una dulzura azucarada y sutil reforzada por el chocolate con alto tenor de cacao.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El mismo encierra una pasta de avellanas pura y compacta completada por un sabroso licor con ligeras notas de naranja. Se saborea fácilmente como postre (acompañado por un café).
La fusión entre granos de café y de cacao es muy apreciada. ¡Una erupción volcánica de dos ingredientes torrados en un caramelo que adoramos!
L’homogénéité du fourrage à base de pignon de pin repose sur un équilibre précis du beurre de cacao et de la graine. Son goût prononcé et craquant rappelle celui de l’amande.
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
¡El hábito no hace al praliné! El jengibre confitado realza el ganache y le da un gusto ligeramente picante y frutado que contrasta agradablemente con lo amargo del chocolate.
El principio del praliné se basa en lo crocante. La pasta de avellanas cruje tanto como el crocante chocolate negro.
Una flor de chocolate negro crocante envuelve un ganache esponjoso y sabroso enriquecido por violetas de Toulouse.
Al primer mordisco, el aroma de la avellana inunda literalmente el olfato. Al mismo tiempo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para el despertar de los sentidos.
Los sabores otoñales fundidos completamente en el praliné. La perfecta combinación de las avellanas y la miel de castaño, aporta al ganache un sabor a madera, fuerte e intenso.
En cada mordisco, el praliné descubre un delicioso caramelo líquido con un toque delicadamente amargo y anaranjado que fluye sobre el fino chocolate negro.
Si el diseño del praliné sin duda se parece al juego famoso, el ganache de sabores condimentados y picantes sorprende las papilas gustativas, fascinará sin duda los más gourmets.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.