819f6fccba6e7024797de4f562fdc413
1x Praliné au miel
1x Ganache au pin
1x Caramel moka fondant
1x Ganache spéculoos
1x Praliné croustillant
1x Ganache cacao fondant
1x Ganache Noisettes
1x Ganache au poivre
1x G. Leclek - Caramel orange
1x Caramel au beurre salé
1x Ganache au truffes
7x La strubelle - Ganache gingembre
Contenido
El perfume de rosas fue dosificado con precisión por nuestros maestros chocolateros para satisfacer los paladares más exigentes. Los pétalos de rosa de Damasco cristalizados sorprenderán agradablemente la degustación.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
La fusión entre granos de café y de cacao es muy apreciada. ¡Una erupción volcánica de dos ingredientes torrados en un caramelo que adoramos!
L’homogénéité du fourrage à base de pignon de pin repose sur un équilibre précis du beurre de cacao et de la graine. Son goût prononcé et craquant rappelle celui de l’amande.
La rareza de la trufa es exaltada naturalmente por su alianza con el chocolate negro. El ganache capta los aromas particulares del sotobosque y las avellanas con un diseño en forma de olas.
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
¡El hábito no hace al praliné! El jengibre confitado realza el ganache y le da un gusto ligeramente picante y frutado que contrasta agradablemente con lo amargo del chocolate.
¡El praliné no solo tiene la forma de una mazorca, si no el gusto! Todo remite al chocolate negro. La intensidad achocolatada del ganache se debe a la presencia de polvo de cacao puro que invade el paladar.
El principio del praliné se basa en lo crocante. La pasta de avellanas cruje tanto como el crocante chocolate negro.
Al primer mordisco, el aroma de la avellana inunda literalmente el olfato. Al mismo tiempo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para el despertar de los sentidos.
En cada mordisco, el praliné descubre un delicioso caramelo líquido con un toque delicadamente amargo y anaranjado que fluye sobre el fino chocolate negro.
Si el diseño del praliné sin duda se parece al juego famoso, el ganache de sabores condimentados y picantes sorprende las papilas gustativas, fascinará sin duda los más gourmets.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.