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1x Praliné au miel
1x Praliné Grand Marnier Menthe
1x Ganache Massepain Menthe
6x Miel de Châtaigne
2x Ganache à l'orange
1x Ganache cacao
1x Ganache noisette
1x Ganache pineau des Charentes
1x Ganache à la violette
1x Ganache réglisse
Contenido
Chocolate de apariencia crocante que envuelve una deliciosa ganache con violetas de Toulouse. La forma geométrica del praliné remite a la parte superior de la nariz de Julieta.
Al morder el ojo negro de Julieta, se libera todo el sabor fresco de la primavera. El ganache de muguete se derrite en la boca y despierta vuestras papilas gustativas.
El praliné está animado con movimientos castaños ondulados. El Pineau de Charentes le brinda una dulzura azucarada y sutil reforzada por el chocolate con alto tenor de cacao.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El mismo encierra una pasta de avellanas pura y compacta completada por un sabroso licor con ligeras notas de naranja. Se saborea fácilmente como postre (acompañado por un café).
Cuenta la leyenda que el Xocolatl, la lengua de los dioses, era susurrada al oído de Romeo y solo él la comprendía… La intensidad del chocolate se debe a la presencia del polvo de cacao puro que invade el paladar.
La dulzura de la almendra y la intensidad de la menta se unen maravillosamente para formar una mousse untuosa de aromas. La misma se contrasta con la cobertura de un chocolate negro. El perfume embriagante de la menta envuelve el sentido del olfato.
Al morder, el aroma de las avellanas toma literalmente posesión de las narinas. Simultáneamente, todo el sabor de las avellanas se impregna delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos
Extraído de raíces muy aromáticas, el regaliz endulza naturalmente el ganache firme envuelto en chocolate con leche. El gusto permanece en el borde de los labios...
El sabor naturalmente azucarado del ganache de naranja contrasta con la discreta presencia de la amargura y acidez propias de la fruta. La cobertura del chocolate con leche refuerza aún más su dulzura.
Los sabores otoñales habitan plenamente este praliné. Las avellanas complementan la miel de castaño brindándole al ganache un sabor a madera, intenso y persistente.