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1x Praliné Grand Marnier Menthe (ref. 15)
1x Caramel moka fondant (ref. 20)
2x Ganache spéculoos (ref. 32)
1x Ganache gingembre - La strebelle (ref. 37)
1x Crème Manon Fondant (ref. 47)
2x Ganache thé Earl Grey (ref. 59)
1x Caramel au beurre salé (ref. 49)
1x Ganache au poivre (ref.46)
1x Praliné au miel (ref. 27)
1x Ganache au vin de Monbazillac (ref. 33)
1x Praliné croustillant (ref.45)
1x Cecile Massart - Ganache à la banane (ref. 63)
2x Gianduja fondant (ref. 42)
1x R. Rhor - Ganache miel de châtaignier (ref. 61)
1x Ganache à la Rose (ref. 4)
1x Ganache cacao fondant (ref. 40)
Contenido
El perfume de rosas fue dosificado con precisión por nuestros maestros chocolateros para satisfacer los paladares más exigentes. Los pétalos de rosa de Damasco cristalizados sorprenderán agradablemente la degustación.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El mismo encierra una pasta de avellanas pura y compacta completada por un sabroso licor con ligeras notas de naranja. Se saborea fácilmente como postre (acompañado por un café).
La fusión entre granos de café y de cacao es muy apreciada. ¡Una erupción volcánica de dos ingredientes torrados en un caramelo que adoramos!
Las papilas se despiertan con una mezcla de pasta de avellanas densa y néctar de flores, equilibrada con un baño de chocolate negro. La textura superficial del praliné remite a un telar de hilos muy ceñidos.
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
El relleno espeso de pasta de avellanas presenta sabores azucarados y blandos que nos remiten agradablemente a la miel y a las flores de acacia. El mismo se torna sublime gracias a la cobertura de chocolate negro. El diseño del praliné se caracteriza por la perfección y el espacio exacto entre cada línea.
¡El hábito no hace al praliné! El jengibre confitado realza el ganache y le da un gusto ligeramente picante y frutado que contrasta agradablemente con lo amargo del chocolate.
¡El praliné no solo tiene la forma de una mazorca, si no el gusto! Todo remite al chocolate negro. La intensidad achocolatada del ganache se debe a la presencia de polvo de cacao puro que invade el paladar.
Un verdadero manjar donde los aromas de la gianduia se funden revelando una pasta de avellanas fina mezclada con una untuosa crema.
El principio del praliné se basa en lo crocante. La pasta de avellanas cruje tanto como el crocante chocolate negro.
El secreto de una buena nuez es sumergirla en un praliné. El aerodinamismo estilizado de este Manón lo vuelve único. El gusto familiar de la nuez, aliado a una voluptuosa nata fresca, no lo dejará a usted indiferente.
Cubierto de chocolate negro, la infusión de té Earl Grey le aporta a este ganache, de tono ambarino, un sabor muy intenso. Es un praliné que acompañará muy bien su desayuno o merienda.
Los sabores otoñales fundidos completamente en el praliné. La perfecta combinación de las avellanas y la miel de castaño, aporta al ganache un sabor a madera, fuerte e intenso.
Todo el sabor de la fruta exótica concentrado en un ganache suave y dulce. El praliné sonriente puede degustarse fácilmente como postre, como colofón tras una comida
Si el diseño del praliné sin duda se parece al juego famoso, el ganache de sabores condimentados y picantes sorprende las papilas gustativas, fascinará sin duda los más gourmets.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.