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4x Praliné au miel (ref. 10)
1x Praliné au miel (ref. 27)
1x Ganache gingembre - La strebelle (ref. 37)
3x Ganache spéculoos (ref. 32)
1x Ganache cacao fondant (ref. 40)
4x Ganache thé Earl Grey (ref. 59)
3x Ganache au poivre (ref.46)
1x Praliné au riz soufflé (ref. 11)
1x Ganache à l'orange (ref. 25)
1x Ganache Jasmin (ref. 3)
1x Ganache aux noix (ref. 19)
1x Ganache cacao blanc (ref.41)
1x Ganache à la Cannelle (ref. 24)
1x Caramel Orange (ref. 5)
4x Ganache au muguet (ref. 2)
3x Ganache Noisettes (ref. 58)
2x Caramel au beurre salé (ref. 49)
Contenido
Al morder el ojo negro de Julieta, se libera todo el sabor fresco de la primavera. El ganache de muguete se derrite en la boca y despierta vuestras papilas gustativas.
Evocando una cabellera rubia resplandeciente, este praliné devela una sutil mezcla de chocolate y jazmín.
El perfume de rosas fue dosificado con precisión por nuestros maestros chocolateros para satisfacer los paladares más exigentes. Los pétalos de rosa de Damasco cristalizados sorprenderán agradablemente la degustación.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
Este praliné con acentos dinámicos y elegantes contiene una pasta de avellanas pura y compacta, amenizada con arroz inflado para hacerla crocante.
Este delicioso praliné nace de la unión entre lo amargo del cacao y la dulzura de la nuez. El ganache está sembrado de nueces finamente picadas que crujen en silencio al morder.
Fácilmente detectable entre todas las especias gracias a su aroma particular, la canela cautiva el praliné de chocolate blanco y le brinda al ganache un potente gusto.
El sabor naturalmente azucarado del ganache de naranja contrasta con la discreta presencia de la amargura y acidez propias de la fruta. La cobertura del chocolate con leche refuerza aún más su dulzura.
Las papilas se despiertan con una mezcla de pasta de avellanas densa y néctar de flores, equilibrada con un baño de chocolate negro. La textura superficial del praliné remite a un telar de hilos muy ceñidos.
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
¡El hábito no hace al praliné! El jengibre confitado realza el ganache y le da un gusto ligeramente picante y frutado que contrasta agradablemente con lo amargo del chocolate.
¡El praliné no solo tiene la forma de una mazorca, si no el gusto! Todo remite al chocolate negro. La intensidad achocolatada del ganache se debe a la presencia de polvo de cacao puro que invade el paladar.
¡El praliné no solo tiene la forma de una mazorca, si no el gusto! El relleno de chocolate negro ligeramente amargo contrasta fuertemente con la dulzura del chocolate blanco.
Al primer mordisco, el aroma de la avellana inunda literalmente el olfato. Al mismo tiempo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para el despertar de los sentidos.
Cubierto de chocolate negro, la infusión de té Earl Grey le aporta a este ganache, de tono ambarino, un sabor muy intenso. Es un praliné que acompañará muy bien su desayuno o merienda.
Si el diseño del praliné sin duda se parece al juego famoso, el ganache de sabores condimentados y picantes sorprende las papilas gustativas, fascinará sin duda los más gourmets.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.
La cobertura crocante del chocolate de líneas depuradas, contrasta con el caramelo líquido enriquecido con toques ligeramente amargos y anaranjados. El caramelo fluye deliciosamente sobre el delicado chocolate blanco.