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1x Praliné au café
1x Ganache aux noix
1x Ganache moka
1x Praliné d’Amande au Café
1x Praliné noisette et Citron confit
4x Crême Manon
2x Ganache brésilienne
2x Praliné au riz soufflé
2x Praliné lait
2x Ganache noisette
2x Caramel Chocolat
Contenido
Como un beso tierno, la gianduia se funde sobre la lengua para dar lugar a una delicada pasta de avellanas mezclada a una untuosa crema.
Este praliné con acentos dinámicos y elegantes contiene una pasta de avellanas pura y compacta, amenizada con arroz inflado para hacerla crocante.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El chocolate con leche encierra una pasta de avellanas pura y compacta. Su sabor más clásico le permite a usted degustarlo como un placer goloso a lo largo de todo el día.
Este praliné con acentos dinámicos y elegantes contiene una pasta de avellanas pura y compacta. Aromatizado con café, será el acompañante ideal de vuestro desayuno.
El ojo opaco de chocolate blanco envuelve un ganache de moka untuoso, de sabor sutil pero intenso, recordando al célebre y sofisticado café. Este praliné lo acompañará en su pausa de café con dulzura y delicadeza.
Este delicioso praliné nace de la unión entre lo amargo del cacao y la dulzura de la nuez. El ganache está sembrado de nueces finamente picadas que crujen en silencio al morder.
Al morder, el aroma de las avellanas toma literalmente posesión de las narinas. Simultáneamente, todo el sabor de las avellanas se impregna delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos
El cuadrado de chocolate blanco envuelve un caramelo blando de sabor aproximado al célebre caramelo duro. La receta del caramelo ha sido mejorada con el agregado de chocolate.
La alianza entre el fruto seco y el grano de café da origen a un armonioso sabor a almendras y café. Cada praliné está firmado con una línea de chocolate con leche que lo convierte en único.
Compuesto por notas ligeramente ácidas, el praliné de avellanas es aún más sabroso y sorprendente. Está envuelto en chocolate blanco con la apariencia de un suave rayo de luz.
El secreto de una buena nuez es sumergirla en un praliné. El aerodinamismo estilizado de este Manon lo vuelve único. El gusto familiar de la nuez, aliado a una voluptuosa nata fresca, no lo dejará a usted indiferente.
El aroma de la avellana inunda nuestro olfato, con cada mordisco. Al mismo tiempo, todo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos.