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1x Ganache cacao lait (ref. 16)
2x Ganache noisette (ref. 21)
2x Gianduja Blanc (ref. 7)
2x Crême Manon (ref.48)
1x Praliné croquant (ref. 57)
2x Ganache spéculoos (ref. 32)
2x Ganache Noisettes (ref. 58)
1x Caramel au beurre salé (ref. 49)
2x Ganache à la fraise (ref.55)
2x Ganache brésilienne (ref.66)
Contenido
Como un beso tierno, la gianduia se funde sobre la lengua para dar lugar a una delicada pasta de avellanas mezclada a una untuosa crema.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El chocolate con leche encierra una pasta de avellanas pura y compacta. Su sabor más clásico le permite a usted degustarlo como un placer goloso a lo largo de todo el día.
Cuenta la leyenda que el Xocolatl, la lengua de los dioses, era susurrada al oído de Romeo y solo él la comprendía… La intensidad del chocolate se debe a la presencia del polvo de cacao puro que invade el paladar.
Al morder, el aroma de las avellanas toma literalmente posesión de las narinas. Simultáneamente, todo el sabor de las avellanas se impregna delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
El secreto de una buena nuez es sumergirla en un praliné. El aerodinamismo estilizado de este Manon lo vuelve único. El gusto familiar de la nuez, aliado a una voluptuosa nata fresca, no lo dejará a usted indiferente.
Es el praliné más grande del surtido. El sabor agridulce de la ganache de fresa se equilibra con la cobertura de chocolate negro. Un placer XL para disfrutar entre dos o ideal para los más golosos.
¡Amantes de las avellanas, disfrutad de este praliné a mordiscos! La textura crujiente de las avellanas les ofrecerá un placer máximo.
Al primer mordisco, el aroma de la avellana inunda literalmente el olfato. Al mismo tiempo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para el despertar de los sentidos.
El aroma de la avellana inunda nuestro olfato, con cada mordisco. Al mismo tiempo, todo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.