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1x Praliné au miel (ref. 10)
2x Gianduja fondant (ref. 42)
1x Ganache thé aux fruits rouges (ref. 56)
1x Caramel au beurre salé (ref. 49)
1x Ganache à la violette lait (ref. 1)
2x Praliné lait (ref. 12)
1x Ganache noisette (ref. 21)
1x Ganache Jasmin (ref. 3)
2x Crême Manon (ref.48)
1x Praliné noisette et Citron confit blanc (ref. 29)
1x Ganache moka blanc (ref. 17)
1x Gianduja Blanc (ref. 7)
Contenido
Chocolate de apariencia crocante que envuelve una deliciosa ganache con violetas de Toulouse. La forma geométrica del praliné remite a la parte superior de la nariz de Julieta.
Al morder el ojo negro de Julieta, se libera todo el sabor fresco de la primavera. El ganache de muguete se derrite en la boca y despierta vuestras papilas gustativas.
Evocando una cabellera rubia resplandeciente, este praliné devela una sutil mezcla de chocolate y jazmín.
Como un beso tierno, la gianduia se funde sobre la lengua para dar lugar a una delicada pasta de avellanas mezclada a una untuosa crema.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El chocolate con leche encierra una pasta de avellanas pura y compacta. Su sabor más clásico le permite a usted degustarlo como un placer goloso a lo largo de todo el día.
El ojo opaco de chocolate blanco envuelve un ganache de moka untuoso, de sabor sutil pero intenso, recordando al célebre y sofisticado café. Este praliné lo acompañará en su pausa de café con dulzura y delicadeza.
Al morder, el aroma de las avellanas toma literalmente posesión de las narinas. Simultáneamente, todo el sabor de las avellanas se impregna delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos
Compuesto por notas ligeramente ácidas, el praliné de avellanas es aún más sabroso y sorprendente. Está envuelto en chocolate blanco con la apariencia de un suave rayo de luz.
Un verdadero manjar donde los aromas de la gianduia se funden revelando una pasta de avellanas fina mezclada con una untuosa crema.
El secreto de una buena nuez es sumergirla en un praliné. El aerodinamismo estilizado de este Manon lo vuelve único. El gusto familiar de la nuez, aliado a una voluptuosa nata fresca, no lo dejará a usted indiferente.
Cubierto de chocolate negro, la infusión de té de frutos rojos le aporta a este ganache, de tono ligeramente rosado, la perfecta combinación de sabores dulces y ácidos. Es un praliné que acompañará muy bien su desayuno o merienda.
Los orígenes bretones de la sal de Guérande acoplados a la mantequilla dan un toque de suavidad y de delicadeza al chocolate. El caramelo líquido se derrite en la boca como un dulce suave.