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2x Ganache à la framboise - T. Ch. Alix (ref. 38)
1x Ganache Noisettes (ref. 58)
1x Ganache à la Rose (ref. 4)
1x Ganache Massepain Menthe (ref. 18)
1x Caramel moka fondant (ref. 20)
1x Ganache au pin (ref. 22)
1x Praliné au miel (ref. 27)
1x Praliné Grand Marnier Menthe (ref. 15)
1x Praliné au miel (ref. 10)
1x Ganache au truffes (ref. 30)
1x Ganache spéculoos (ref. 32)
1x Ganache au vin de Monbazillac (ref. 33)
1x Ganache gingembre - La strebelle (ref. 37)
1x Gianduja fondant (ref. 42)
1x Ganache cacao fondant (ref. 40)
1x Ganache thé aux fruits rouges (ref. 56)
1x Ganache à la fraise (ref.55)
1x Ganache à la violette fondant (ref. 51)
Contenido
Al morder el ojo negro de Julieta, se libera todo el sabor fresco de la primavera. El ganache de muguete se derrite en la boca y despierta vuestras papilas gustativas.
El perfume de rosas fue dosificado con precisión por nuestros maestros chocolateros para satisfacer los paladares más exigentes. Los pétalos de rosa de Damasco cristalizados sorprenderán agradablemente la degustación.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta. La misma está aromatizada con miel de una gran variedad de flores.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El mismo encierra una pasta de avellanas pura y compacta completada por un sabroso licor con ligeras notas de naranja. Se saborea fácilmente como postre (acompañado por un café).
La dulzura de la almendra y la intensidad de la menta se unen maravillosamente para formar una mousse untuosa de aromas. La misma se contrasta con la cobertura de un chocolate negro. El perfume embriagante de la menta envuelve el sentido del olfato.
La fusión entre granos de café y de cacao es muy apreciada. ¡Una erupción volcánica de dos ingredientes torrados en un caramelo que adoramos!
L’homogénéité du fourrage à base de pignon de pin repose sur un équilibre précis du beurre de cacao et de la graine. Son goût prononcé et craquant rappelle celui de l’amande.
Las papilas se despiertan con una mezcla de pasta de avellanas densa y néctar de flores, equilibrada con un baño de chocolate negro. La textura superficial del praliné remite a un telar de hilos muy ceñidos.
La rareza de la trufa es exaltada naturalmente por su alianza con el chocolate negro. El ganache capta los aromas particulares del sotobosque y las avellanas con un diseño en forma de olas.
“Explosión de sabores” sería el apodo del dulce achocolatado que envuelve un ganache de speculoos, la galleta y especialidad belga “par excellence”. Su gusto es reforzado por un toque de canela y de azúcar morena.
El relleno espeso de pasta de avellanas presenta sabores azucarados y blandos que nos remiten agradablemente a la miel y a las flores de acacia. El mismo se torna sublime gracias a la cobertura de chocolate negro. El diseño del praliné se caracteriza por la perfección y el espacio exacto entre cada línea.
¡El hábito no hace al praliné! El jengibre confitado realza el ganache y le da un gusto ligeramente picante y frutado que contrasta agradablemente con lo amargo del chocolate.
El sabor frutado de la frambuesa potencia el chocolate negro y realza su encanto. El ganache es naturalmente poco azucarado y pulposo.
¡El praliné no solo tiene la forma de una mazorca, si no el gusto! Todo remite al chocolate negro. La intensidad achocolatada del ganache se debe a la presencia de polvo de cacao puro que invade el paladar.
Un verdadero manjar donde los aromas de la gianduia se funden revelando una pasta de avellanas fina mezclada con una untuosa crema.
Una flor de chocolate negro crocante envuelve un ganache esponjoso y sabroso enriquecido por violetas de Toulouse.
Es el praliné más grande del surtido. El sabor agridulce de la ganache de fresa se equilibra con la cobertura de chocolate negro. Un placer XL para disfrutar entre dos o ideal para los más golosos.
Cubierto de chocolate negro, la infusión de té de frutos rojos le aporta a este ganache, de tono ligeramente rosado, la perfecta combinación de sabores dulces y ácidos. Es un praliné que acompañará muy bien su desayuno o merienda.
Al primer mordisco, el aroma de la avellana inunda literalmente el olfato. Al mismo tiempo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para el despertar de los sentidos.