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2x Ganache brésilienne (ref.66)
1x Gianduja Orange (ref. 43)
1x Ganache à la cacahuète - Cecile Massart (ref. 64)
2x Ganache à la framboise - T. Ch. Alix (ref. 38)
1x Praliné lait (ref. 12)
1x Ganache noisette (ref. 21)
1x Ganache à la violette lait (ref. 1)
1x Praliné de coco (ref. 13)
1x Ganache aux noix (ref. 19)
1x Gianduja orange - Th. Chotteau (ref.69)
1x Ganache au thym - L. Noel (ref. 54)
Contenido
Chocolate de apariencia crocante que envuelve una deliciosa ganache con violetas de Toulouse. La forma geométrica del praliné remite a la parte superior de la nariz de Julieta.
Como un beso tierno, la gianduia se funde sobre la lengua para dar lugar a una delicada pasta de avellanas mezclada a una untuosa crema.
Dentro de un praliné con diseños geométricos muy definidos, se descubre una pasta de avellanas pura y compacta, aromatizada con una fina ralladura de coco.
Este praliné se presenta como un arabesco a la oriental. El chocolate con leche encierra una pasta de avellanas pura y compacta. Su sabor más clásico le permite a usted degustarlo como un placer goloso a lo largo de todo el día.
Este delicioso praliné nace de la unión entre lo amargo del cacao y la dulzura de la nuez. El ganache está sembrado de nueces finamente picadas que crujen en silencio al morder.
Al morder, el aroma de las avellanas toma literalmente posesión de las narinas. Simultáneamente, todo el sabor de las avellanas se impregna delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos
El sabor frutado de la frambuesa potencia el chocolate negro y realza su encanto. El ganache es naturalmente poco azucarado y pulposo.
El chocolate con leche mantiene los aromas de la gianduia con sabores ligeramente amargos y anaranjados. Se derrite en la boca descubriendo una pasta de avellanas fina mezclada con una untuosa crema.
El tomillo realza el ganache de chocolate blanco y le confiere un sabor delicadamente especiado y ligeramente amargo. La misma es intensificada por el agregado de hojas de tomillo.
Los golosos encontrarán aquí su irresistible pecado antes de las comidas. Si el chocolate con leche intensifica el dulzor del ganache al cacahuete, éste sin embargo, se contrasta con un pequeño toque salado.
El aroma de la avellana inunda nuestro olfato, con cada mordisco. Al mismo tiempo, todo el sabor de la avellana penetra delicadamente en el chocolate para despertar los sentidos.
El chocolate blanco conserva los aromas de la gianduja, con sabores ligeramente amargos y anaranjados. Se funde en la boca descubriendo una fina pasta de avellanas mezclada en una suave crema.